¡Viajar en avión con niños puede ser todo un desafío! Los vuelos largos pueden ser agotadores y más aún con los más pequeños. Pero no te preocupes, con estos consejos para afrontar un vuelo largo con niños podrás hacer que el viaje sea más llevadero.
Asegúrate de llevar la ropa adecuada, la comida necesaria, los juguetes favoritos y mantén a los niños entretenidos con juegos y actividades divertidas. Planifica el viaje con anticipación y prepara un kit de supervivencia para mantenerlos ocupados durante todo el vuelo. ¡No te pierdas estas ideas para disfrutar del vuelo largo con niños!

Explícales lo que va a pasar
Tú, como persona adulta y responsable, ya sabes lo que va a pasar porque es tu viaje, tus reservas, tus itinerarios y, en definitiva, tu creación. Pero los más pequeños de la casa no van a saber a qué se enfrentan si no se lo explicas.
La mente de los niños y niñas va a otra velocidad: todo pasa más deprisa y se aburren o cansan con muchísima más facilidad que nosotros. Por eso es imprescindible avisarles si van a tener que estar 6, 7 u 8 horas en un avión. A nosotros nos funciona hacer comparaciones. Por ejemplo, decirles que vamos a estar en el avión tanto tiempo como lo que dura un día de colegio. O lo que dura un partido de fútbol (si son algo mayores y suelen ver este deporte). También podemos indicarles hasta qué hora dura el vuelo si llevan reloj y saben leer las horas, etc.
Esta anticipación es vital y evitará que se puedan molestar con nosotros. Como ya les habremos dicho lo que viene y cuanto va a durar, la «culpa» no será nuestra.
Lleva la ropa adecuada
Uno de los aspectos a tener en cuenta antes de un vuelo largo con niños es la ropa que se llevará durante el vuelo. En muchos casos, los adultos pueden pensar que no es tan importante, pero para los niños, la elección de la ropa adecuada puede marcar la diferencia entre un vuelo cómodo y uno lleno de incomodidades.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que, en la mayoría de los vuelos transoceánicos, hace frío en el interior del avión. Por lo tanto, es esencial llevar ropa adecuada, como pantalones y camisetas de manga larga, incluso en verano. No hay nada peor que intentar dormir en un lugar en el que hace frío, sin poder taparse. Si llevamos ropa ligera, probablemente no pasaremos una noche agradable.
Sin embargo, en los vuelos más largos, la tripulación de cabina suele proporcionar mantas para los pasajeros. Por lo tanto, sería interesante comprobar esto con anticipación para asegurarse de que no hace falta llevar una manta extra. Si los vuelos son más cortos, la temperatura no suele ser tan baja, al menos según nuestra experiencia, y sería suficiente con llevar la misma ropa que en la calle.
Otro punto a tener en cuenta es el clima del lugar de destino. Si estamos volando en verano desde España, en manga corta y a 32ºC, y aterrizamos en Noruega con 10ºC por la noche, es esencial llevar ropa adecuada para abrigarse. Por lo tanto, al planificar el equipaje de un niño para un vuelo largo, es importante tener en cuenta el clima tanto del lugar de origen como del lugar de destino.
Prepara el traslado hacia el aeropuerto
Al salir hacia el aeropuerto, los horarios poco habituales, la emoción, el estrés o las prisas no son amigos de los niños. Eso podría afectarles de formas imprevistas, sobre todo si vas en coche al aeropuerto. Te recomiendo llevar ropa de recambio por si acaso sucede lo peor, aunque la dejes luego en el maletero.
Nosotros ya hemos visto de todo: los niños podrían marearse y vomitar, podrían dormirse y hacerse pipí encima. También podrían mancharse con comida o bebida o cualquier otra cosa. Si estás leyendo este artículo no voy a decirte nada que no sepas ya sobre las desgracias que pueden sucederle a un niño emocionado. Por eso esto es importante si has planificado cuidadosamente la ropa que van a llevar en el vuelo, pero no puedes usarla porque se ha manchado.
En cuanto al margen de tiempo con el que llegar al aeropuerto, la recomendación habitual es llegar 3 horas antes. Sobre todo si hay que facturar (casi seguro en un vuelo largo con niños), aunque yo añadiría otra media hora para imprevistos.

Lleva alimento y bebida
Cuando se viaja con niños en avión durante un vuelo largo, es importante planificar adecuadamente la comida que se llevará. Muchas veces las opciones de comida a bordo no son adecuadas para los pequeños o no les gustan, por lo que es esencial llevar algo que les satisfaga.
Para empezar, es fundamental tener en cuenta las restricciones de seguridad de los aeropuertos y las aerolíneas en cuanto a los alimentos que se pueden llevar a bordo. Es importante consultar las políticas y recomendaciones de la compañía aérea antes de viajar para evitar problemas en el control de seguridad.
Una vez que se conoce lo que se puede llevar, es recomendable optar por alimentos saludables y fáciles de comer, como frutas, verduras, sándwiches o bocadillos. Además, es importante llevar suficiente comida para cubrir todo el vuelo, ya que no siempre se pueden comprar alimentos a bordo o en las escalas.
Por último, se recomienda llevar agua y líquidos en botellas reutilizables, ya que las aerolíneas suelen limitar la cantidad de líquidos que se pueden llevar a bordo. Esto también ayudará a mantener a los niños hidratados durante el vuelo.
Prepara algo de entretenimiento
Podría parecer que en un vuelo de seis horas un niño podría estar dormido por lo menos 4. También podría suceder que no durmiese ni un minuto. En tal caso, ese niño va a demandar entretenimiento durante un total de… seis horas. Eso son como mínimo 3 películas, por lo que es importante planificarlo.

Ya sea con libros de juegos o de actividades, con música, con una tableta con juegos o películas o con el propio entretenimiento del avión (que no estaría de más consultar de antemano), deberás asegurarte de que puedes proporcionar el entretenimiento que tus hijos reclamen, porque si no te lo harán saber a ti y a todo el avión.
Es una posibilidad que los auriculares de los que dispongan en el avión no le vayan bien a la cabecita o a la orejita de tu acompañante, así que tenlo también en cuenta. Las posibilidades de fracaso son muchas, por lo que no deberías jugártelo todo a una sola carta.
Si solamente tienes un dispositivo para reproducir juegos o películas pero tienes dos pequeños a los que entretener, puedes conseguir un divisor de auriculares como este con conexión minijack o como este (solo para dispositivos iPhone con Lightning).
En conclusión, un vuelo largo con niños puede ser un desafío. Eso sí, con la preparación adecuada, puede convertirse en una experiencia agradable y memorable para toda la familia. Asegurarse de llevar ropa cómoda y adecuada, suministros para entretener a los niños y alimentos nutritivos es esencial para hacer que el vuelo sea más agradable. Además, tener en cuenta factores como el clima del destino y la duración del vuelo puede ayudar a planificar con anticipación y minimizar el estrés. Con estos consejos en mente, vosotros, los padres podéis relajaros y disfrutar de un viaje suave y sin problemas con vuestros pequeños aventureros.
Si te apetece, puedes leer nuestra experiencia en los vuelos a Nueva York o a Laponia y si tienes alguna otra sugerencia que no hayamos contemplado, no dudes en decirlo en los comentarios.
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